Viernes, 23 de Marzo de 2012 16:00 |
Por: Rosa Blanco Ramos/ Televisión Camagüey Benito Ramón Delestal y Benito Ramón Hernández son padre e hijo. Carboneros de pura estirpe, algo así como linaje de familia.
Sólo quien alguna vez haya hecho carbón sabrá cuán difícil es dicho oficio. Estos hombres madrugan todos los días, para hacha en mano, coger el monte. Desandan de tres a cinco kilómetros para armar el corpachón del horno.
Viven en la comunidad de Yabunal, en las inmediaciones de Pozos de Vilató, perteneciente al municipio camagüeyano de Sierra de Cubitas. Benito, padre, tiene 81 años, su hijo 48. No han hecho otra cosa que hacer carbón.
Las sacas del preciado producto, salido de las manos de los Benitos, llegan hasta Europa. Se trata de otro renglón que Cuba exporta.
La Empresa Forestal de Camagüey es la encargada de atender a los carboneros.
El manejo de los bosques es asunto de cuidado por parte de los directivos forestales.
Leyes cubanas protegen la flora de cada lugar. Bosques naturales de la zona de Sierra de Cubitas no sucumben ante el empuje de las hachas de los Benitos de Yabunal.
Un horno puede producir hasta cuatrocientos sacos de carbón. Mucha hacha hay que dar para levantar estas moles de madera.
Benito rastrilla el carbón En una nube de polvo escoge el carbón Padre e hijo Camarógrafo de la televisión filma cómo trabajan los Benitos Más de 400 sacas ha dado esta quema Almacén listo para comenzar a exportar El viejo Benito acomoda el área para el próximo horno En plena faena Espacio donde se arma el horno La requema hará útil lo que no dio fruto en el horno inicial Curiosidad en el bosque: un caracol el tronco de una planta de Guao Bosque que resurge por regeneración natural Equipo de prensa a la salida del bosque |
domingo, 25 de marzo de 2012
Los Benitos de Yabunal, carboneros de estirpe
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