Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, condenó hoy ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU. a Cuba hace más de medio siglo.
Está más que llegada la hora de poner fin a ese anacronismo, expresó durante su intervención Rousseff, encargada de abrir el debate en el período 67 de sesiones de la Asamblea General de ese organismo internacional, indicó un despacho de la agencia Prensa Latina.
La dignaría recordó que esa política hostil de Washington ha sido condenada por la inmensa mayoría de los países miembros de la ONU, y destacó los avances de la Isla en la actualización de su modelo económico.
Sin embargo, para seguir adelante su camino, ese “país hermano, querido de todos los latinoamericanos y caribeños” necesita del apoyo de aliados próximos y distantes, precisa el respaldo de todos, subrayó.
Sin embargo, la cooperación para el desarrollo de Cuba es perjudicada por el bloqueo, agregó la presidenta brasileña, quien exigió el fin inmediato de esa medida unilateral y extraterritorial impuesta desde hace más de 50 años.
El perjuicio económico ocasionado por la aplicación de ese cerco hasta diciembre último asciende a un billón 66 mil millones de dólares, considerando la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, informó recientemente Bruno Rodríguez Parrilla, canciller de la Ínsula.
Desde 1992, la Asamblea General ha aprobado en 20 ocasiones consecutivas la resolución presentada por Cuba para poner fin al bloqueo.
Durante la anterior votación, en octubre de 2011, fue aprobada por 186 votos a favor, dos en contra y tres abstenciones.
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