Ana Rosa y Edilio se conocieron en una reunión de amigos hace tan solo cinco años en la comunidad rural del poblado de Sola, en la municipalidad de Sierra de Cubitas, provincia cubana de Camaguey.
En Cuba, se calcula que UN MILLON de hectáreas de tierras fértiles están infestada de marabú, una planta invasiva, que si bien es cierto aporta nutrientes a los suelos, resulta una verdadera pesadilla para los agricultores. Sin embargo su madera produce el mejor carbón vegetal que se conozca.
Ana y Edilio encontraron en el oficio de carboneros una oportunidad de ganar dinero de manera honrada. Dicen que poco a poco levantarán su casita, aumentarán la cría de animales y convertirán lo que es hoy un macizo de marabú en paraíso de amor.
Ellos, como otras 250 personas encontraron fuente de empleo en la Empresa de Industrias Locales de Camaguey, una de las entidades estatales empeñadas encargadas de producir y exportar carbón vegetal hasta Europa.
Cuba_ Export, es la entidad cubana responsable de las exportaciones. Mientras La Aduana de la República de Cuba y Cuba _ control chequean cada contenedor de carbón de alta calidad.
Hacer carbón se ha tornado un buen negocio en Cuba. Cada tonelada se cotiza a TRESCIENTOS dólares.
Ana Rosa y Edilio, que recién comienzan en tan duro oficio de carboneros, promedian alrededor de dos mil pesos cubanos. Según la tasa de cambio en cuba un dólar equivale a 25 pesos nacionales.
El Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, en su lineamiento número 76 establece incentivar producciones y servicios exportables para beneficio de la economía nacional. El carbón vegetal, por tanto, tiene futuro en este sentido.
Lo cierto es que, al parecer por mucho tiempo el pregón Carbón bon bon, el carbonero perdurará en las calles cubanas.
Italia, Grecia, Portugal y otros países europeos reciben carbón hecho con amor del bueno, del que nace de amores como el de Ana Rosa y Edilio, una pareja unida por el carbón.
Ana Rosa y Edilio se conocieron en una reunión de amigos hace tan solo cinco años en la comunidad rural del poblado de Sola, en la municipalidad de Sierra de Cubitas, provincia cubana de Camaguey.
En Cuba, se calcula que UN MILLON de hectáreas de tierras fértiles están infestada de marabú, una planta invasiva, que si bien es cierto aporta nutrientes a los suelos, resulta una verdadera pesadilla para los agricultores. Sin embargo su madera produce el mejor carbón vegetal que se conozca.
Ana y Edilio encontraron en el oficio de carboneros una oportunidad de ganar dinero de manera honrada. Dicen que poco a poco levantarán su casita, aumentarán la cría de animales y convertirán lo que es hoy un macizo de marabú en paraíso de amor.
Ellos, como otras 250 personas encontraron fuente de empleo en la Empresa de Industrias Locales de Camaguey, una de las entidades estatales empeñadas encargadas de producir y exportar carbón vegetal hasta Europa.
Cuba_ Export, es la entidad cubana responsable de las exportaciones. Mientras La Aduana de la República de Cuba y Cuba _ control chequean cada contenedor de carbón de alta calidad.
Hacer carbón se ha tornado un buen negocio en Cuba. Cada tonelada se cotiza a TRESCIENTOS dólares.
Ana Rosa y Edilio, que recién comienzan en tan duro oficio de carboneros, promedian alrededor de dos mil pesos cubanos. Según la tasa de cambio en cuba un dólar equivale a 25 pesos nacionales.
El Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, en su lineamiento número 76 establece incentivar producciones y servicios exportables para beneficio de la economía nacional. El carbón vegetal, por tanto, tiene futuro en este sentido.
Lo cierto es que, al parecer por mucho tiempo el pregón Carbón bon bon, el carbonero perdurará en las calles cubanas.
Italia, Grecia, Portugal y otros países europeos reciben carbón hecho con amor del bueno, del que nace de amores como el de Ana Rosa y Edilio, una pareja unida por el carbón.
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