lunes, 26 de julio de 2010

26 de Julio. Cuba de rojo y negro

Por . Rosa Blanco Ramos. Era la mañana de la Santa Ana. Amanecía cuando aquel 26 de Julio, la segunda fortaleza militar de Cuba, ubicada en Santiago de Cuba, se estremecía ante la audacia de los jóvenes herederos del pensamiento de José Martí, apóstol de la independencia cubana, dispuestos ha dar la vida por cambiar el estado de cosas . El 26 de Julio es el día más alegre de la historia. Paradoja aporque la acción costó la vida a no pocos de aquellos jóvenes asaltantes de la fortaleza. Sólo se entiende porque fue aquel un verdadero asalto a la historia. Cada año y por suerte, el 26 de Julio constituye una de las conmemoraciones patrióticas más importantes . Merecimiento de celebrar este 20010 al pueblo trabajador de la provincia de Villa Clara. Justo a las siete y treinta de la mañana en la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara, en el sitio que guarda con celo los restos gloriosos del mítico Comandante Guerrillero y sus compañeros caídos en la lucha, casi cien mil villaclareños en representación de toda CUBA, asistió al acto conmemorativo por tan señalada fecha. El rojo y negro de la bandera del 26 de Julio también pobló el archipiélago, trinchera de un pueblo noble y heroico como pocos, cuya máxima guevariana, Hasta la Victoria Siempre, se traduce en la consecuencia de defender el proyecto socialista edificado a pura batalla que impone la apetencia imperial. Era la mañana de la Santa Ana, es 26 de Julio. Cuba de rojo y negro rinde homenaje a los caídos en el asalto a los cuarteles Moncada En Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo. Junto al Ché, en su plaza y puesto de combate, Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, encabezó el acto por el 26 de Julio, el mismo y tan distinto Día de la Santa Ana, Día de Gloria, Día de Combate porque nuevas y mayores amenazan a Cuba, a Venezuela, amenazan el ALBA. Cuba de rojo y negro. Cuba de verde olivo. Cuba de pie dispuesta. Cuba a ala orden. Gloria a los jóvenes que no dejaron morir al apóstol en el año de su centenario.

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