jueves, 6 de octubre de 2011

La batalla por Los Cinco es también un acto de fe

La Habana, 6 oct. Para el reverendo Raúl Suárez, la batalla por la libertad de Los Cinco no solo es un acto de bien para sus familiares y el pueblo cubano, también tiene un significado ético, moral y espiritual para los ciudadanos estadounidenses.

El también director del Centro Memorial Martin Luther King Junior, señaló que a la luz de los hechos, hoy muchos norteamericanos reconocen que la justicia de su país ha sido quebrantada durante todo el proceso seguido contra Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González. Incluso, dijo, activistas de la solidaridad internacional interpretan este caso como una afrenta a la justicia mundial. Por ello, añadió, la rectificación de las violaciones cometidas contra nuestros hermanos y sus familiares, engrandecería a la nación norteamericana, así lo recuerda el proverbio 14 versículo 34: "La justicia engrandece, el pecado es afrenta de las naciones". En declaraciones a la AIN, Suárez comentó que en las iglesias de Cuba se ha concientizado la idea de que la lucha del pueblo por la libertad de Los Cinco y la seguridad de René González, una vez que sea puesto en libertad, es posible asumirla desde la fe de cada representación religiosa. Precisó que son muchos los pastores y pastoras, representantes de las iglesias cristianas y de otras denominaciones religiosas, que han acompañado esa causa, sienten esta lucha como parte de su ministerio profético, y eso hoy los une. Recordó el mensaje transmitido por el doctor Reinerio Arce Valentín, rector del Seminario Evangélico de Teología de Matanzas, en el acto de celebración del 65 aniversario de esa institución: “Es, pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Yo diría que esa manera de ver la fe no la reduce a lo religioso, es un imperativo que sustenta la esperanza de todo ser humano, opinó el también diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular. El reverendo Suárez se refirió, además, a las acciones dirigidas a lograr la liberación de Los Cinco y la reunificación con sus familias, coordinadas a través de la Plataforma Pastoral Cubana, surgida el 12 de septiembre último, con motivo de cumplirse 13 largos años de inmerecido encierro de los patriotas cubanos en prisiones estadounidenses. A esta llamada instancia temporal se han sumado el Consejo de Iglesias de Cuba, el Seminario Evangélico de Teología de Matanzas, el Centro Martin Luther King Jr., y la Asociación Yoruba. Igualmente, la integran la Comunidad Hebrea, la Autorrealización Yoga, la Asociación de Espiritistas de Cuba, la Comunidad Islámica, y la Asociación Bahai, entre otros. (Por Ana Ivis Galán García / AIN)

Jamás detendremos la lucha contra el terrorismo

La Habana, 6 oct. A continuación reproducimos textualmente el editorial que hoy publica el diario Granma, con el título Jamás detendremos la lucha contra el terrorismo.

Hace 35 años, 73 vidas fueron segadas en un monstruoso acto terrorista que, organizado y perpetrado con el conocimiento del Gobierno de los Estados Unidos, hizo estallar en pleno vuelo una aeronave cubana. Los Mártires de Barbados, como los conoce nuestro pueblo, se sumaron a las cuantiosas víctimas por las que aún reclamamos justicia. Todavía hoy a uno de los autores de este criminal acto terrorista, Luis Posada Carriles, el Gobierno de los Estados Unidos se resiste a juzgarlo en su condición de asesino confeso y terrorista en activo. Cuba es uno de los pueblos del mundo sobre el cual el flagelo del terrorismo se ha ensañado de manera brutal y despiadada. Desde hace más de 50 años ha tenido que encarar una política de terrorismo de Estado criminal y sistemática. Todas las variantes han sido aplicadas contra el pueblo cubano, desde la agresión militar, bombardeos, incendios, secuestros de aeronaves, barcos y ciudadanos de nuestro país, hasta atentados contra las sedes diplomáticas, incluyendo el asesinato de sus integrantes, así como el ametrallamiento a decenas de instalaciones cubanas, además del fomento de viles planes contra la salud de la población, como parte de la guerra biológica, la introducción de plagas en los principales cultivos del territorio nacional: han acudido a los más miserables procedimientos con el fin de destruir la vida social y económica de la nación. Junto a ello, las acciones del genocida bloqueo económico, comercial y financiero al cual se han tenido que enfrentar los cubanos y cubanas de varias generaciones. Fueron y son parte de esa política las mentiras de los grandes emporios transnacionales de la información en pos de satanizar a Cuba y conseguir pretextos que justifiquen escaladas para sanciones internacionales. Su objetivo es fabricar situaciones que muestren al mundo descontento, desgobierno y desobediencia civil, para conseguir las ya conocidas supuestas "ayudas a civiles" que, como se ha visto, ha sido una nueva modalidad política de intervención. A esas criminales maneras de actuar se suman los cientos de planes de atentados concebidos contra el liderazgo de la Revolución, fundamentalmente los que pretendían asesinar al Comandante en Jefe Fidel Castro y a otros principales dirigentes. Bastaría recordar que solo en 18 meses, desde la aprobación de la operación Mangosta en 1962 y hasta 1963, implementada por el Gobierno de John F. Kennedy, se perpetraron contra Cuba más de 5 700 acciones terroristas, de las cuales unas 700 fueron contra instalaciones industriales. A causa de esa política de terrorismo de Estado, 3 mil 478 cubanos murieron víctimas de esas canallescas acciones y 2 mil 99 quedaron incapacitados para siempre. Lo más espurio ha sido la continua desvergüenza del Gobierno norteamericano de incluir a Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo para intentar una justificación ante la opinión pública de su criminal política de agresiones. Cuba y su Revolución han sostenido una vertical actitud de enfrentamiento al terrorismo. Nuestro país ha sido ejemplo de una conducta intachable para encarar esa bárbara política de agresión. Sobran ejemplos que lo demuestran. Desde fecha tan temprana como febrero de 1973, Cuba suscribió un acuerdo sobre piratería aérea, marítima y otros delitos con el Gobierno de los Estados Unidos, que al decir del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, tres años después, en la despedida de duelo de las víctimas del Crimen de Barbados, "fue por parte de nuestro país una importante contribución a la solución del grave problema mundial de los secuestros de aviones". En el momento más tenso de las relaciones bilaterales con la Administración Reagan, cuando la plataforma política neoconservadora, conocida como Programa de Santa Fe, establecía el principio de que "hay que hacerle pagar caro a La Habana el costo del desafío", las autoridades cubanas obtuvieron evidencias sobre los preparativos de un plan para atentar contra el presidente Ronald Reagan y no se vaciló ni un instante en poner en conocimiento al Gobierno de los Estados Unidos de esta información. En su discurso del 20 de mayo del 2005, titulado La conducta diferente, el compañero Fidel explicó cómo el Gobierno cubano entregó el 6 de mayo de 1998 a la Administración Clinton, por intermedio del escritor y Premio Nobel, Gabriel García Márquez, alertas sobre planes terroristas que se preveían realizar contra líneas aéreas comerciales que viajaban hacia Cuba desde Centroamérica. A principios de junio de aquel año vino a La Habana una delegación de oficiales del Buró Federal de Investigaciones (FBI), a quienes se les entregó valiosa, abundante y pormenorizada información documental y testimonial sobre las actividades de terroristas en suelo norteamericano con ramificaciones en Centroamérica. El FBI constató la inestimable pesquisa contenida en aquellos cerca de 200 folios que les fueron entregados. Sin embargo, no hubo un terrorista detenido, ninguna señal de acción. La respuesta, en menos de tres meses, fue la detención de los Cinco Héroes, la principal fuente de aquella valiosa información y quienes evitaron con su valiente, humana y ética conducta, al servicio de una causa justa y necesaria, que hubiera muchos más crímenes como el de Barbados. Ellos salvaron las vidas de cientos de cubanos y norteamericanos y de personas de otras nacionalidades. La injusta prisión, el amañado y arbitrario juicio, la forma inhumana en que han sido tratados, con los peligros y tensiones en las cárceles, son crueles evidencias del doble rasero de la política estadounidense en su llamada lucha contra el terrorismo. Su más reciente reflejo es el trato que se le quiere imponer a René González con la "libertad supervisada" durante tres años cuando salga mañana tras 13 años en prisión. Se respeta muy poco ese Gobierno, respeta muy poco a sus propios muertos del 11 de septiembre, manteniendo confinados a estos hombres que justamente lo único que hicieron fue impedir que sucedieran actos como los que ocurrieron aquel día e imponiéndoles, como dice el texto de la sentencia de la jueza de Miami "como una condición especial adicional de la libertad supervisada se le prohíbe al acusado acercarse a/o visitar lugares específicos donde se sabe que están o frecuentan individuos o grupos terroristas"; o sea que una autoridad judicial reconoce que en una ciudad (Miami) del país que lanzó la cruzada contra el terrorismo, viven y siguen conspirando sin mayor impedimento de las autoridades sujetos de extrema violencia. Los cubanos nos enorgullecemos de ser solidarios. La cooperación de Cuba con los Estados Unidos en materia de terrorismo ha sido permanente. Cuando ocurrieron los hechos criminales de aquel acto monstruoso del 11 de septiembre de 2001, Cuba fue de los primeros países que reaccionó de inmediato de manera condenatoria contra esa barbarie y ofreció al pueblo norteamericano su cooperación inmediata ofreciendo facilidades de uso de todos sus aeropuertos ante la gravedad que asumía en ese momento el control del tráfico aéreo estadounidense, también el envío de plasma sanguíneo y de especialistas médicos. Por Ley, en Cuba, el 6 de octubre es el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado, el cual rinde sentido y eterno homenaje a los caídos y donde se fija la inclaudicable y firme posición de este pedazo de tierra del Caribe: El Gobierno y pueblo cubanos reafirman su decisión de continuar condenando y enfrentando el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, en particular el terrorismo de Estado, dondequiera que se cometa y cualesquiera que sean las razones esgrimidas por sus autores. Nuestro país ha suscrito los 13 convenios internacionales existentes en esa materia y cumple estrictamente los compromisos y obligaciones emanados de las resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó en el 2001 la Ley contra actos de terrorismo; se ha seguido la misma línea de cooperar con los Estados Unidos en esta materia, expresada nuevamente en noviembre y diciembre del 2001, marzo del 2002 y julio del 2009, lo cual ha sido reiterado en varios discursos por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, así como lo ha hecho recientemente el Canciller ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Cuba no ha recibido respuesta alguna por parte del Gobierno de los Estados Unidos. Por eso indigna la manera como ha actuado el Gobierno de los Estados Unidos frente a los asesinos, quienes se pasean libremente por las calles de Miami, sobre todo Luis Posada Carriles tras todo el escandaloso proceso que culminó con su absolución y refugio, como anteriormente había ocurrido con Orlando Bosh Ávila, a quien George Bush padre le concedió el perdón presidencial pese a todas las evidencias de actividad terrorista. El dolor causado a nuestro pueblo se multiplica ante la impunidad. Todavía hoy lloramos junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen, pero hemos y continuaremos haciendo valer la sentencia de Fidel en el sepelio de los caídos: ¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla! (AIN)

Cuba denuncia en Rusia doble rasero de antiterrorismo estadounidense

Moscú, 5 oct. El fiscal general cubano, Darío Delgado Cura, denunció hoy aquí el doble rasero estadounidense al mantener encarcelados a cinco antiterroristas cubanos, mientras por su territorio se pasean terroristas confesos como Luis Posada Carriles.

Tras firmar un acuerdo de cooperación jurídica con su similar, Yuri Chaika, Delgado Cura señaló que por más de medio siglo su país ha estado bajo hechos concretos y la amenaza terrorista, esencialmente proveniente del exterior, una buena parte de ella estimulada y financiada por otros estados.

Posada Carriles, autor intelectual de la voladura de un avión comercial cubano en Barbados, con 73 personas a bordo y de la colocación de bombas en hoteles cubano, disfruta de plena libertad en Estados Unidos, recordó el fiscal.

Sin embargo, el gobierno norteamericano retiene a Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, René González, Ramón Labañino y Fernando González, conocidos como los Cinco, cuya labor fue precisamente, detectar la preparación de actos terroristas, apuntó.

René deberá quedar libre el próximo 7 de octubre, tras cumplir cabalmente su condena, pero una jueza norteamericana le impone otra sanción por tres años de una libertad supervisada para vivir junto a quienes en su momento combatió, denunció Delgado Cura.

En la lucha por la libertad de Los Cinco y contra el bloqueo norteamericano, otra forma de genocidio y terrorismo, cuya demanda de derogación apoya cada año Naciones Unidas, Cuba ha contado siempre con Rusia, destacó el jurista.

Tal respaldo incluyó resoluciones de condena contra el cerco estadounidense en el Parlamento ruso, denuncias del Canciller Serguei Lavrov en la ONU y declaraciones en pro de la liberación de nuestro Cinco héroes, declaró Delgado Cura.

La firma de este nuevo acuerdo, basado en la amistad, el respeto y las relaciones históricas entre ambos países y que actualiza al de noviembre de 1986, está muy relacionada con esa nueva situación.

Para nosotros es nuevo el combate contra la corrupción administrativa y carecemos de corrupción política, indicó por otro lado el procurador cubano al referirse a otras áreas de cooperación con Rusia.

Por su parte, Chaika indicó que tras un cuarto de siglo surgieron nuevos desafíos como el terrorismo, el crimen organizado, el narcotráfico y el tráfico ilegal de armas y personas, entre otros, que llevaron a actualizar las áreas de colaboración, explicó.

El documento también establece el intercambio de experiencias para enfrentar los mencionados retos, pues Rusia y Cuba mantienen posiciones similares en los citados temas, muchos de los cuales adquieren carácter interestatal, estimó Chaika.

Por su lado, Delgado Cura destacó que la isla realizó una amplia y democrática discusión nacional, donde se tomaron en cuenta todas las opiniones vertidas sobre los principales lineamientos del país para actualizar su sistema socialista.

La procuraduría tendrá un papel fundamental para formar la base legal del referido proceso, indicó. El fiscal general cubano realizó una visita de seis días a esta nación, la primera de un funcionario de esa entidad de la isla en la historia reciente de la Federación Rusa. (PL)